jueves, 24 de enero de 2013

Sombrero Seleccionador 3

Rectificar es de sabios, pensaste. Quizá tus padres fuesen algo importantes, pero eso a ti no te importaba. Sonreíste falsamente para evitar de que se dieran cuenta de lo que pensabas, y como el tren aminoró la marcha poco después te bajaste enseguida con tu equipaje y con Herbie dispuesta a averiguar cosas sobre tus padres por tu cuenta.
Cuando bajaste del tren chocaste con una chica bastante bajita y delgadita con el cabello castaño o rojizo, no lo tenías claro.
La chica siguió adelante ignorándote.
Una mano de agarró por el codo pensando que te ibas a caer.
-¡Eh, cuidado, mira por dónde vas!-la regañó un chico de ojos azules y con el cabello corto, castaño oscuro o moreno. Parecía bajito, sin embargo era más alto que la chica con la que habías chocado.
El chico te soltó el codo y sonrió.
-Me llamo Bradley Chambers, y la chica con la que acabas de chocar es Marietta Edgecombe. Discúlpala, ella es de primer año y quiere ser la primera en llegar.
-¡Primer año! ¡Primer año por aquí! ¡Dejad el equipaje en el andén!-gritó un hombre corpulento con barba y que debía medir más de dos metros.
Tú soltaste el equipaje que tenías agarrado, y Bradley sonrió haciendo lo mismo.
-¡Vaya! ¡Eres de primer año! ¡Yo también!-dijo emocionado- ¿Cómo te llamas?
Le dijiste tu nombre, y te fijaste que le salía un hoyuelo cerca del ojo izquierdo cuando sonreía. Era guapo.
Seguisteis a Hagrid hasta un lago en el que había unas canoas en la orilla.
-¿Sabes?-dijo Bradley mirando a una chica rubia, pálida, y de ojos claros.-Esa chica no es de primero, pero está empeñada en hacer este recorrido, dice que da buena suerte.
-¡Poneos por parejas y subiros a una canoa, o no se moverán!-gritó el que gigante que os guiaba.
Bradley y tú os pusisteis en la misma canoa.
-¿Te has fijado en las gafas opacas y a rayas que lleva? ¿Es alguna moda de magos?
Sonreíste cuando Bradley pareció avergonzado por no saberlo y lo disimuló sonriendo más ampliamente.
-Lo siento-continuó- Mis padres son muggles, y no sé mucho sobre el mundo de la magia.-se excusó.
-Bueno-admitiste- mis padres son magos, pero he estado viviendo en el mundo muggle-dijiste entrecomillas haciéndole reír- Así que tampoco se mucho.
-Guay-dijo él guiñándote un ojo y turbándote un poco al ver de nuevo ese hoyuelo- Aprenderemos juntos-prometió.
Llegasteis al castillo y entrasteis.
Una bruja con lo que tu consideraste que era un estereotipo de disfraz de Halloween con su sombrero puntiagudo pidió que os callarais. Ella se presentó como Minerva Mcgonagall, la subdirectora del colegio y la jefa de la casa de Gryffindor.
Os explicó que no teníais que preocuparos por nada, que entraríais en el comedor en fila y que cuando dijera vuestro nombre os sentaríais en un taburete y os pondría el Sombrero Seleccionador. Luego éste diría vuestra casa e iríais a sentaros a la mesa que aplaudiera.
 Te pareció bastante sencillo, pero te sorprendiste cuando la profesora Mcgonagall dijo tu nombre y que no había recibido tu lechuza que confirmaba tu asistencia al centro.
-Se me olvidó-dijiste sin querer admitir que no tenías lechuza.
Algunas personas se rieron, pero eso quedó en el olvido cuando se abrieron las puertas del Gran Comedor.
Entrasteis en el gran comedor en filas de dos y te fijaste en los cuatro colores de estandartes que había: escarlata con un león dorado, esmeralda con una serpiente plateada, azul con un águila en bronce, y amarillo con un tejón negro.
-El azul es bastante bonito ¿no crees? ¡Hace juego con mis ojos!-bromeó Bradley, seguramente para disimular sus nervios.
Cuando dijeron tu nombre, te sentaste en el sombrero seleccionador y viste cómo Bradley te hacía un gesto de buena suerte con el pulgar y luego vocalizaba sin hacer ningún sonido:
"Azul".
Eso te hizo reír.
-¡Esta claro!-gritó el Sombrero Seleccionador sorprendiendo a todos- ¡Tienes curiosidad, una mente dispuesta, eres lista! Y lo más importante-dijo haciendo una pausa-¡Te gusta el azul! ¡Ravenclaw!
La mesa de los estandartes azules rompió en aplausos, mientras se oyeron algunas risas por el gran comedor.
-¡A nosotros también nos gusta el azul!-dijeron dos pelirrojos idénticos desde la mesa de estandartes escarlatas con el león dorado.-¡Y somos de Gryffindor!
Mientras te dirigías a tu mesa, que estaba junto a la de Gryffindor, la profesora Mcgonagall les mandó callar y les dijo que deberían estar alegres de estar todavía en Hogwarts a pesar de todas las trastadas que habían hecho.
Varios alumnos de Gryffindor rieron.
Cuando te sentaste en la mesa, estrechaste varias manos y escuchaste varios nombres, y tú reconociste a una chica rubia pálida, de ojos claros.
-Luna-dijo ella sonriendo por si acaso no lo sabías- Enhorabuena por estar en Ravenclaw.
Poco después, Bradley y Marietta se sentaron junto a ti en la mesa.

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